El amor no entiende de distancia, y ese simple concepto es el que complica tanto las cosas.
No entiende de distancia, no entiende las horas que lleva encontrarse con esa persona. No entiende el dolor que implica querer tener a esa persona 24/7 con vos y que unos 1300 kilómetros de por medio te lo prohíban. No entiende la ansiedad que te consume todo el cuerpo cuando te llama o te manda un mensaje. Simplemente no entiende.
Supongo que después de tantos intentos de tenerte acá conmigo terminé acostumbrándome a verte por otros medios. Se me hizo costumbre quedarnos hasta la madrugada idealizando el día que nos volvamos a encontrar, vos a tu manera, yo a la mía, pero juntos.
Tuve que esperar meses para volver a verte, meses que se hicieron años, con mucho drama de por medio, al borde de mandar todo a la mierda pero por a o por b siempre lograbas que me quedara tranquila (esperándote)
Así pasaron los meses, un día decidiste volver a buenos aires, a buscarme, a buscar tus sueños y también por otro lado, a cumplir los míos. Tanta espera hizo que todo valiera la pena, cada segundo al lado tuyo lo disfrutaba como si no hubiese un mañana, cada palabra que decías me llenaba el alma y no podía evitar sentir esa mezcla de nervios y amor cuando te tenía al lado mío. Ese sentimiento inexplicable que surge cuando una persona te hace tan feliz y te llena de amor, eso sentía, amor, definitivamente creía amarte.
Digo creía porque el tiempo me demostró que no eras la gran cosa como yo te había pensado ni yo era tan poco para como me habías tratado. Al haber esperado tanto tiempo el reencuentro, y al haber invertido tanto tiempo pensando en lo lindos que nos veíamos, deje pasar mil actitudes, siempre pensando que podía aguantar un poquito más. Hasta que me di cuenta que no, que no daba para mas, que no importaba que tanto tiempo te haya esperado, lo tuyo eran puras palabras y pocas acciones.
Fue divertido mientras duró, era entretenido imaginarnos una vida juntos, tenías buena labia y yo una imaginación tan grande que hacía que nos entendamos tan bien a distancia, pero era solo eso, la distancia. Si me remito a tus hechos me quedo con un vacío inmenso, así que prefiero quedarme con todo aquello que idealizamos estando tan lejos.
Al final la distancia no era tan mala como parecía.