Sol.

"Él no va a cambiar, esta casado con la noche, y vos Sol, vos sos la luz del día."

Supongo que éramos opuestos que se atrajeron y crearon un eclipse fugaz, catastrófico, adictivo ¿Cómo una persona puede decirte que sos el amor de su vida durante el día, y que cuando llegue la noche, con un par de copas encima, siga buscando amor en otras personas? ¿A caso yo no fui suficiente? ¿O vos buscabas tener amor demás? Lo nuestro no era amor. Era adicción, era vicio. Eran las palabras que me decía, era la manera en que me tocaba, era él y no era yo, era yo con él y él sin mi. Una larga espera nos unía, la fantasía de estar juntos y entregarnos uno al otro nos fascinaba.

  "A Sol le gustaba salir de noche, pero su luz se perdía entre tantas estrellas. De día ella era única para él, pero de noche solo era un astro más al rededor de tantos."

  Por eso un día me dijeron que aprendiera a valorar mi brillo, que no dejara que nadie me dijera que era una más del montón y menos que menos, que me hiciera sentir así. Me dijeron que me quiera a mi misma, porque tenía a todos los planetas girando a mi alrededor, y elegía a quién no podía tener. A quien no le importaba tenerme. A quien solo me dio por sentada, y que cuando decidí irme, su vida se convirtió en una noche oscura y helada. 

Él ya no tenía más un sol que lo protegiera del frío.

Esa excusa.

Jamás me alcanzaste, siempre quise más de vos. Hoy empiezo a dudar, ¿Nunca me alcanzaste porque no fuiste lo suficiente, o porque no pude amar lo que realmente eras?. Tal  vez no te amé por lo que eras, sino por lo que yo quería que fueras. Tal vez nunca te amé, sólo fuiste una excusa para buscar todo lo que quería en alguien.

¿Por qué en vos? porque eras lo mas cercano que tenía en ese entonces. Pudo haber sido otro, cualquiera, pero fuiste vos. Fuiste la excusa para sufrir cuando quería estar mal, nunca pudiste hacerlo cuando estaba feliz, cuando no lo deseaba. Fuiste una excusa cuando necesitaba un capricho. Siempre fuiste eso, una excusa para amar lo que en verdad no eras, siempre una excusa para algo más, algo que vos jamás podías dar.

Si pude inventarme de vos, algo que no eras, entonces puedo borrarte cuando quiera. Si pude inventar en vos todo lo que quería, también puedo borrar de vos todo lo que ya no quiero. 

Adiós.

Cartas a la ex de mi ex.

Creí que te odiaba. 

Sentía que eras la persona más detestable del mundo. No podía entender que él te haya querido antes que a mí. Y quizás todo esto tendrías que sentirlo vos, porque, en parte yo fui la razón de que lo hayas dejado. Pero hoy te digo, a vos, la chica que en algún momento fue alguien despreciable para mí, que no vuelvas con el. Y no te lo estoy pidiendo, te lo estoy diciendo, y nunca pensé que podía decir esto, pero es para ayudarte. Lo primero que pensé cuando lo deje fue "buenísimo, ahora que vuelva la otra, total su vida es un vaivén" y cuando me puse a pensar, entendí porque lo habías dejado. 

Todo este tiempo pensaba que vos eras la hija de puta, pero cuando el me hizo lo mismo que a vos, me di cuenta de que no vale la pena. 

Y te lo repito, no vuelvas con el, porque a pesar de que no te quiera, lo que él me hizo sentir, no se lo deseo a nadie y tampoco a vos.

Amor de a ratos

Fuiste mi karma, quizás por todo lo malo que hice en el pasado, pero nunca pensé que ibas a doler tanto, que ibas a lastimar tanto. Y aunque me haga fuerte, todavía te extraño (y de la peor forma) extraño como era yo cuando estabas conmigo, y quizá como eras vos cuando estabas conmigo. Porque sentía que no había nadie más a quien trataras con tanto amor.

 Extrañar es lo más puro y hermoso del amor. Extrañarlo a él, el que engaña, el que nunca fue sincero, el cobarde. Y aún así, después de tanto mal, te perdono (y gracias). Gracias por haberme hecho sentir de verdad, porque antes de vos estaba vacía y ahora soy fuerte. 

Gracias por aparecer y amarme, de a ratos, pero me veías como arte, y eso para mi era todo.

Entre sueños

La venda se cae, quedo hundida en una verdad que no quiero ver,

Todo se vuelve oscuro y la magia de tu cariño desparece.

¿En este camino no quedan rastros de la persona que me hacía tanto bien... donde se fue?
Intento contener el aire, pero las paredes de este laberinto de preguntas y respuestas

Se van cerrando poco a poco dejándome un sólo suspiro para vencer el miedo de darme cuenta realmente quien sos.

Explícame, porque ya no entiendo... ¿Dónde quedó la magia de tus palabras y la serenidad de tu esencia?

Explícame, ¿Porque no encuentro la luz de tu sabiduría, las palabras que me llenaban de alegría y hoy abren una herida infinita?

Yo ilusa como siempre creo que el viento me volverá a traer tu aroma

Pero de pronto despierto en este sueño eterno

Donde el final no era tan feliz como soñaba.

Una más.

Te extraño, extraño tu voz, extraño tu manera de hablar, tu simpleza al caminar y tu mirada tan unica. 

Te extraño, simplemente te extraño y me molesta no poder acordarme del sonido de tu voz, ni tampoco de como era llamarte a cualquier hora del día sabiendo que vos ibas a estar ahi para contestarme. Extraño que me mires con tu mirada tan particular y me hagas olvidar del mundo. 

Extraño la manera que me hacías sentir y extraño tu esencia que te hacía tan diferente a los demás; esos razgos y actitudes que te diferenciaban del resto, que te hacían unicos, los extraño.

 También me extraño a mi, y a mi felicidad, que aumentaba cada vez que te veía, al igual que los latidos de mi corazón, y que mi respiración, que la tenía que mantener para que no sea tan obvio que me emocionaba con tan solo verte. Eran detalles, pequeños, pero detalles al fin. Detalles que si los ponías todos juntos, ibas a notar una gran diferencia.

 Marcaste un antes y un después, con tus discusiones, tus amores, tus idas, tus vueltas, tus ideas tan fuera de lugar, con tu actitud, esa de me chupa un huevo todo. Me generaba mucha adrenalina eso, eso de no saber si venis, si te quedas, QUE CARAJO VAS A HACER? Te podía perder en cualquier momento, y justamente por eso era que disfrutaba tanto cada vez que estaba con vos, porque el día de mañana te podía pintar otra y me dejabas, ahí, sin nada mas que hacer, sin nadie mas para escucharte. 

Porque quieras o no, eras lo único que tenía. Te prioricé ante todos y te ame como a ninguno; eras vos, simplemente vos, y no se cómo ni por qué pero mi mundo empezó a girar en torno a vos, siempre a vos, siempre a tus idas y vueltas, siempre queriendote, con tus mambos y todo (Grave error, no? Priorizar tanto a alguien... Ponerlo antes que todos, antes que a vos misma, grave error)

 De a poquito me fuiste consumiendo y a la vez te fuiste cansando de mi, te cansaste de forrearme, de que yo siempre este para vos. Ya me habías usado, de que te servía seguir conmigo? Si desde un principio me tuviste como una pibita más. con un poco mas de historia y de chamuyo, pero una pibita más al fin y al cabo.

 Por un tiempo fue divertido estar con alguien como vos, que me consumía de tal manera que me hacía amarlo cada vez más, estuvo bueno, pero llega un punto en el que ya no queda nada mas que consumir y a mi no me quedaba nada más para amar, porque ya no eras el de antes, y para vos tampoco era la de antes, simplemente una pibita más

Tal vez.

Tal vez te idealicé mucho, o simplemente lo suficiente como para pensar que eras diferente al resto, y que con tan sólo dos palabras me podías hacer sentir especial.

Tal vez fue todo producto de mi mente. Tal vez nunca me quisiste (o por lo menos nunca tanto como yo, eso seguro). Tal vez me dejé llevar y una vez mas caí en tus absurdos juegos que siempre terminan en mis lágrimas. Tal vez idealicé mucho, y eras poco. Tal vez, te sentías tan bien con tus actitudes, que no te daban los huevos como para decirme que era una más.

 Tal vez yo fui muy ingenua, o tal vez vos muy astuto.

 Tal vez vos necesitabas a alguien que te subiera el ego, y yo a alguien que me quiera.

No era hoy, tampoco era el lugar

Me sentía en el medio de un abismo, buscaba las mil y un maneras par salir de esta horrible realidad y (tal vez) ir a otra mejor, aunque no me iba a decepcionar si no había otra realidad mejor, no me iba a decepcionar si no había nada. Iba a estar feliz con el simple hecho de no tener que vivir día a día la rutina.

 Ya estaba cansada de soñar todos los días que me moría, que aparecía en mi propio entierro, que todo era muy trágico pero nadie se preocupaba lo suficiente. Estaba cansada de matarme lentamente con un simple encendedor y un cigarrillo en la mano. Cansaba estar todos los días disconforme con algo, simplemente cansaba. Aunque no voy a negar que busque muchas maneras de hacer que todo ese sentimiento de mierda se vaya.

 Finalmente todos esos intentos fallidos fueron fallidos por una razón, supongo que era algo que me deparaba el destino o simplemente había unas mínimas ganas de vivir que me mantuvieron a flote (y que bueno que lo hicieron) porque llegó el día que te conocí a vos, que cambio todo rotundamente. Se podría decir que ese día fue el principio de mi nueva vida, mis nuevas experiencias y mas que nada, mi oportunidad. Tenias una mirada penetrante con la que con un simple vistazo marcabas tu presencia; una nariz tan perfecta que parecía tallada a mano y un habla tan seductor que con dos palabras ya sentía la necesidad de tenerte conmigo para siempre. Me hacias sentir que todo iba a estar bien y que no me tenia que preocupar por lo que iba a pasar mañana.

 Puedo jurar por mi vida que no había sensación mas linda que dormir en tus brazos con mi cabeza apoyada en tu pecho sintiendo tu respiración en mi pelo.

 Se me hace imposible explicar con palabras lo segura que me sentía con vos, todos esos complejos y todas esas inseguridades se iban con tan solo rozar tus labios con los mios, sentía que podía tocar el cielo con las manos, que podía volar sin la necesidad de tener alas y que podía compartir tus vicios como si fueran míos.

 Me diste una nueva perspectiva, y en cierto modo lamento que me hayas influido tanto porque se que me amabas (a tu manera) y eso me llenaba el alma. Una pena haberte conocido en estos tiempos, en lo que nada dura, y en los que las promesas se van tan rápido.

 Me quedo tranquila pensando en que ya nos vamos a encontrar simplemente esta no es la hora y no es el lugar.

Esencial.

A veces lo extraño. Esa sensación de que alguien me quiere, de que alguien me necesita. Escucharte decir que soy todo lo que necesitas, todo lo que querés, que no había nadie como yo, a veces lo extraño. Aunque fueron todas mentiras, aunque lo único que hacías era reírte de mi. Tenías un "No se que" que me encantaba, me atrapaba y con cada mentira, con cada decepción me atrapaba más. ¿Será que lo que más me atraía de vos era pensar que podía cambiarte? Cambiarte o hacerte un poquito mejor para mí. Tal vez lo que me mantenía con vos era esa idea de que habías dejado de estar con otras y de hacer cualquiera, sólo por mi.

 A veces me pongo a pensar y las ganas de llorar me superan, no se si es bronca o decepción por haber perdido tanto de mi y de mi tiempo, en vos. Por haberte dado tanto sin recibir nada a cambio, por haberme mentido mil veces con tal de seguir con vos, por haber cerrado los ojos con tal de creer tus mentiras y no ver la verdad. Por haberme dallado tantas veces con tal de complacerte. Me alejaste de todo, de mis amigas, de mis amigos, hasta de mí. No era yo cuando estaba con vos, era lo que vos querías que fuera.

 Tu miedo por perderme, de que me entere de algo, era contaste, nunca entendí muy bien por qué, hasta que vi la realidad (Cola de paja, no?). Tus inseguridades se convirtieron en las mías, tus celos enfermizos, también.Era imposible estar bien, discutíamos todos los días y siempre un problema había, pero cuando nos alejábamos, no entiendo el por qué, pero siempre me faltabas. Me hiciste creer que te necesitaba para estar bien, para completarme, sabiendo perfectamente que yo me podía completar sola.

 Hoy con los ojos bien abiertos, y muy lejos de vos, no me arrepiento de nada. Me di cuenta que tus mentiras llegaron a su fin junto con nuestra relación, en el momento justo. Nada de "¿Por qué no me di cuenta antes?" ni esas boludeces, todo pasa cuando tiene que pasar.

 También me di cuenta que no perdí nada, ni siquiera el tiempo; Me dijeron que el que pierde es el que te traiciona, no el que entrega, y yo a vos, te entregué todo.

 No te deseo nada, sé que todo vuelve, tanto lo malo como lo bueno. Espero que el tiempo acomode todo, a vos y a mi.

A 1300 kilómetros de vos.

El amor no entiende de distancia, y ese simple concepto es el que complica tanto las cosas.

No entiende de distancia, no entiende las horas que lleva encontrarse con esa persona. No entiende el dolor que implica querer tener a esa persona 24/7 con vos y que unos 1300 kilómetros de por medio te lo prohíban. No entiende la ansiedad que te consume todo el cuerpo cuando te llama o te manda un mensaje. Simplemente no entiende.

Supongo que después de tantos intentos de tenerte acá conmigo terminé acostumbrándome a verte por otros medios. Se me hizo costumbre quedarnos hasta la madrugada idealizando el día que nos volvamos a encontrar, vos a tu manera, yo a la mía, pero juntos.

 Tuve que esperar meses para volver a verte, meses que se hicieron años, con mucho drama de por medio, al borde de mandar todo a la mierda pero por a o por b siempre lograbas que me quedara tranquila (esperándote)

 Así pasaron los meses, un día decidiste volver a buenos aires, a buscarme, a buscar tus sueños y también por otro lado, a cumplir los míos. Tanta espera hizo que todo valiera la pena, cada segundo al lado tuyo lo disfrutaba como si no hubiese un mañana, cada palabra que decías me llenaba el alma y no podía evitar sentir esa mezcla de nervios y amor cuando te tenía al lado mío. Ese sentimiento inexplicable que surge cuando una persona te hace tan feliz y te llena de amor, eso sentía, amor, definitivamente creía amarte.

Digo creía porque el tiempo me demostró que no eras la gran cosa como yo te había pensado ni yo era tan poco para como me habías tratado. Al haber esperado tanto tiempo el reencuentro, y al haber invertido tanto tiempo pensando en lo lindos que nos veíamos, deje pasar mil actitudes, siempre pensando que podía aguantar un poquito más. Hasta que me di cuenta que no, que no daba para mas, que no importaba que tanto tiempo te haya esperado, lo tuyo eran puras palabras y pocas acciones.

Fue divertido mientras duró, era entretenido imaginarnos una vida juntos, tenías buena labia y yo una imaginación tan grande que hacía que nos entendamos tan bien a distancia, pero era solo eso, la distancia. Si me remito a tus hechos me quedo con un vacío inmenso, así que prefiero quedarme con todo aquello que idealizamos estando tan lejos.

Al final la distancia no era tan mala como parecía.